jueves, 15 de marzo de 2012

Cervecería nacional


Es un lugar acogedor, amplio. Son las 21:00 horas y el sitio está lleno. Nos acomodamos en una mesa y traen la carta. Se ve un poco borrosa y cuesta un poco distinguir, pero es legible. Entonces, las primeras elecciones son:

Rothhammer Blonde Ale en schop de medio litro: turbia de color con bajo carbónico. Color rojizo anarajado con sabor más amargo y un buen retrogusto de frescura.

Del Cura, Pale Ale, en botella 330cc: corona de espuma persistente, carbónico constante y un olor no pesado, frutalmente ligero. Amargor equilibrado y propicio para sus 5.2º. No descansa mucho en paladar, su retrogusto es efímero.

El lugar parece una cava de vinos, tiene paredes de ladrillo reforzadas con vigas de madrea y un buen espacio hacia el techo, favoreciendo la ventilación. La disposición de las mesas es agradable, uno no se siente ni apretado ni atosigado.
Después de una pizza napolitana de la casa, el sabor de la Pale Ale Del Cura resalta más, se intensifica el amargor.


Pero bueno, esa cerveza ya es pasado y ahora vamos por una nueva elección.

Soma, Pale Ale, en botella 330cc: sin pedirlo, me cambiaron el vaso, aunque no me preguntaron si lo quería congelado o no. Igual se agradece el detalle. En vaso la Soma tiene un color blanco pálido y turbio, con poca espuma en superficie. No deja ver bien el carbónico, aunque da la sensación de fluidez. En nariz es bastante débil y cuesta encontrarle el aroma dulzón que tiene. Deja un gusto seco en la boca, es suave eso sí, entre dulce y amargo, golpea en boca pero se desvanece rápido.

Por extraño que suene, la experiencia en el baño fue agradable (no del todo, pero bueno). Es amplio, con jabón y papel para secarse. Eso sí, el urinario largo y el suelo mojado no son de lo mejor, especialmente si este último tiene una llave cerrada y no permite que el agua fluya (de ahí un poco de olor a asomagado) para llevarse los residuos a la alcantarilla.


Después de ese lapso, continúa la serie de cervezas.

Mahina, Pale Ale de 4.8º: tiene un buen color dorado en vaso, poca espuma pero constante y carbónico permanente. Poco aromática, quizás por su ligereza. En boca como que se desvanece rápido, golpea el paladar y desaparece, aunque el sabor es intenso, fuerte aunque breve.

Kudell, Scotish Ale: densa en nariz, espuma cremosa permanente en la copa y en buena cantidad. Rojo caoba intenso con buen carbónico. En boca se siente más densa, pesada, pero de sabor es poderosa sin sobrecargar. Es una cerveza para tomársela en calma y disfrutarla sorbo a sorbo.



Darrel, 5º, Pale Ale, servida en copa: de color amarillo medianamente dorado, muy poca espuma y carbónico escaso. Liviana en paladar, pasa rápido en la boca y no queda, sino que actúa como un shot refrescante del momento.







Han sido varias las cervezas probadas, la atención es buena y han tenido la paciencia de responder las muchas preguntas realizadas. Una cuenta normal para la cantidad y variedad de chelas probadas, incluyendo además la pizza.
Cervecería nacional se convierte en una alternativa más que válida si de cerveza artesanal se trata.








Cervecería Nacional, Compañía de jesús 2858

23 de septiembre de 2011
mwoltern